En 1985, los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos iniciamos el ministerio de la acogida y la hospitalidad hacia todo tipo de migrante, incluso a los deportados y refugiados, abriendo la primera Casa del Migrante en Tijuana, Baja California, seguida por la casa en Ciudad Juárez, Chihuahua; luego en Tecún Umán, Guatemala; Tapachula, Chiapas; y, por último, la Ciudad de Guatemala, Guatemala.

Los Misioneros tienen como objetivo general realizar una pastoral migratoria de conjunto entre Casas del Migrante, trabajando en unión con otras organizaciones no gubernamentales e iglesias, en la promoción integral de los migrantes en su aspecto humano, cultural, social y espiritual.